martes, 12 de enero de 2016

Demolición

Imaginate que el presidente de tu país vecino (que también decide sobre tu país) determina que si algún miembro de tu familia está involucrado en un hecho “terrorista” (según sus parámetros), o simplemente lo identifican como “peligroso o amenazante” (ponele el nombre que quieras) primero se va a encargar de que tu hijo no tenga ningún derecho humano a ser procesado, porque él decide cuando y quien va a matarlo, segundo, imaginate que por ser padre, madre, hermano, hermana de quien es “acusado” te llega una orden que dice que tu casa va a ser demolida.
Ahora imaginate que luego de recibir la orden tratás de hacer tu reclamo, con tu abogado personal, golpeás las puertas de todos los organismos que “defienden tus derechos”, igual así el más alto organismo falla en tu contra. ¿El resultado? Matan a balazos a tu hijo, hermano, amigo y a los tres meses tu casa es demolida.
Suena fuerte, injusto, aplastante, se siente sangriento, desgarrador. Pero así fue. Dolorosamente, en los Territorios Palestinos Ocupados, asi es.

Volviamos de la caminata de la mañana, paramos a comprar almendras y miel, cuando recibí una llamada de Ghassan. Me saludó y dijo que debíamos cancelar el plan para la mañana que era visitar el pueblo de Jalud. Le pregunté cual era el motivo y me contó que la casa que había recibido una orden de demolición dos semanas atrás había sido demolida durante la noche. Mis compañeras me preguntaron que había pasado, creo que mi cara se transformó.

El 01 de enero, recibiendo el nuevo año, nos habíamos acercado hasta el pueblo de Surda, luego de leer en las noticias que la familia Halabbi había recibido una orden de demolición el 28-12-15 que decía que en 10 días su casa sería demolida. La familia ya no estaba en el lugar, se había mudado en octubre a Ramallah.
La casa tenía pegadas varias fotos de Mohammed, un pibe de 19 años que fue acusado de matar a dos colonos Israelies el 3 de octubre en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el mismo día del hecho los soldados israelíes lo mataron.
Estuvimos un rato en el barrio, tomamos algunas fotos y nos retiramos.

Casa de la familia Halabbi


Leimos sobre lo ocurrido y supimos que Benjamin Netanyahu, el actual presidente de Israel determinó en octubre pasado que las casas de las familias en las cuales sus hijos se encuentren involucrados en algún incidente serían demolidas.

La mañana del 09 de enero, luego de recibir el llamado, fuimos hacia la casa en Surda. Bueno, en realidad no nos encontramos con la casa, nos encontramos con un montón de escombros, con una casa demolida. Mis ojos no entendían lo que veían, la Pau, la de ahora, no aceptaba esa realidad.
Nos bajamos y encontramos a la madre de Mohammed, alugnos familiares y vecinos, quienes nos dieron algunos datos sobre la demolición la noche anterior. Registramos todo: horario, cantidad de topadoras, cantidad de soldados, el corte de la ruta, los nombres de los familiares afectados. Tomamos fotos.
Y yo seguía en una especie de “shock” me negué una y otra vez a aceptar eso como “normal”. Traté de darle mis condolencias a un familiar y me dijo que no queria ningún tipo de condolencias, que esta es la vida bajo la ocupación.
-”¿Nos demuelen la casa? Después de matar a Mohammed, también nos demuelen la casa.” Decía a gritos el padre cuando llegó.


Estuvimos un rato ahi, no se el tiempo exacto, sentí que fue una eternidad. No sabía si mi presencia, si nuestra presencia estaba colaborando en algo en esa situación. Veía como llegaban los canales locales, los periodistas abalanzándose sobre los familiares para entrevistarlos. Miraba sus ojos, trataba de ponerme en esos zapatos, en esos corazones, y no podía. Mientras eso sucedía, un pibito de 5 años, el primo de Mohammed plantaba la bandera palestina al lado de la foto, en medio de los escombros. Otro pibe buscaba banderitas y las colgaba alrededor.

Ghasan nos preguntó si queríamos saludar a la madre, estábamos con Emilia, una compañera del placement de Belén y con Francisco. No me salió ninguna palabra. Solo la abra. Nos despedimos. Volvimos con todos esos datos para reportarlos.

La mamá de Mohammed observando su casa demolida
Matan a tu hijo, a tu hermano, a tu amigo. Te demuelen la casa. Te destruyen eso que construiste durante años junto con tu familia. No solo te demuelen por fuera sino que también te demuelen por dentro.
Matan a mi hermano, a mi amigo. Me demuelen mi casa. Me destruyen lo que construí. Me demuelen por fuera, pero también me demuelen por dentro.

Hoy nos enteramos que los vecinos y amigos de la familia están haciendo una colecta en diferentes pueblos para construir una nueva casa. La vida volviéndome a sorprender. La solidaridad ahí, acá, envolviéndonos como en un abrazo esperanzador.
Reiteradas veces escuché en estos días que lo anormal aquí se vuelve normal. Y yo sigo sin aceptarlo. Me niego No deseo esta situación para ninguna persona. No quiero justificar ninguna muerte. Cuando se meten con uno se están metiendo con todos. Acá. En las recientes represiones en Argentina. No puedo dejar de entenderme como parte de esta humanidad. No soy un individuo aislado. Y no me refiero solo a mi comunidad más cercana. Hablo de dejar de mirarnos el ombligo. Levantar la cabeza. Observar alrededor. Identificar las injusticias y una vez identificadas ponernos de pié. Pensar juntos. ¿Qué nos hace creer que esta situación como tantas otras no se va a terminar? Eso quiere este maldito sistema, la individualidad, la indiferencia, mantenernos dormidos, acostumbrados, resignados. Pero no. No será asi entre nosotros. Varios maestros caminaron estas tierras y nos dejaron sus enseñanzas, sus luchas. Cada vez que leemos la Biblia nos encontramos con esa historia, con estas historias. No olvidaremos a ellos y ellas que también lucharon por la liberación de los sistemas de opresión y de injusticia. Estamos acá, estamos allá, unidos y de pié. 

Paula Fogel
11-01-2016
Yanoun-Territorios Palestinos Ocupados

sábado, 9 de enero de 2016

Mujeres

Hoy deseo compartir con ustedes algunos ecos y registros de las mujeres con quienes me he encontrado por aqui.
La primer persona que nos dió la bienvenida al pueblo fue Wafa, quien vive aqui con su familia hace muchos años, solo se mudaron una vez, durante tres meses, al pueblo más cercano que es Aqraba, cuando los colonos judíos llegaron en el 2001 y hecharon a todas las familias que vivían en Yanoun.

A las 06.00 am cuando rumbeabamos a caminar los primeros días de diciembre, nos estaba esperando con un pan recién horneado para darnos la bienvenida. Son de esas imágenes que no hizo falta tomarlas con la cámara, cierro los ojos y está ahí.

Camino a la casa de Wafa y Rasheed
Nahija, nuestra profesora de árabe, vive en frente al placement, nuestra vecina, amiga, cocinera, profesora. Cada sábado vamos a tomar clases de árabe.
El sábado pasado me invitó a compartir el desayuno antes de la clase, aunque creo que la clase fue parte del desayuno, me fue enseñando los nombres en árabe del te, queso, pan, aceitunas. 
Cuando fui esta semana a visitarla estuvimos charlando un rato largo, le conté que nací y me críe en el campo, en un lugar que tiene varias similitudes con Yanoun, recordé la situación cuando mis papás se mudaron para el pueblo, que si bien es un pueblo chico la vida es diferente al campo. Me dijo que podía entender el sentimiento, que a ella le pasó lo mismo cuando se tuvo que ir al pueblo durante dos años, porque su casa estaba ocupada, cuando los colonos llegaron para instalarse, y que no se puede imaginar un día sin sus cabras, las ovejas, los árboles de olivos, el pan, y su familia viviendo aquí.
Me invitó a hacer queso, y ahi rumbié, junto con Tagreed, su hija, charlamos un rato largo, nos reimos, me dijo que las primeras veces que uno intenta hacer queso no sale muy bien, pero solo es cuestión de práctica, cuando terminamos me dió 3 quesos para compartir con mis compañeros y me invitó a amasar el pan alguna de las próximas mañanas.

La tarde siguiente fui a comprar huevos a la casa de Wafa y Rasheed, justo estaban ordeñando las cabras y me invitaron a quedarme, me preguntaron si mi familia tenia miedo de que yo esté acá, y me dijeron que cuando hable por teléfono de nuevo con ellos les diga que se queden tranquilos que acá estoy con mi familia también.

Hoy fuimos a Nabi Saleh, con Marianne y Emilia. Acordamos un encuentro con Manal y Basem Tamimi. Leimos las noticias sobre el pueblo antes de partir, reconocí el lugar por un video que circuló el año pasado en las redes sociales, donde un soldado israelí arresta violentamente a un niño, y recordé el impacto que me había causado cuando lo vi en casa, por la reacción de las mujeres en esa situación.

Cuando ibámos llegando nos encontramos con Ahjed, Sara y Marah, las reconocimos por los videos que habiamos visto, nos detuvimos a saludarlas y les preguntamos si podiamos charlar un rato con ellas. Nos dijeron que si. Nos acompañaron a tomar un te en la casa de Basem.


- "Cuando veo a los colonos en mi tierra, destruyendo mis sueños, eso me da fuerzas para luchar"
 - "Para mi futuro sueño dos cosas:
1: Si la ocupación continúa, quiero ser abogada para luchar por mi tierra y por mi gente.
2: Que Palestina sea libre. Si esto es así, quiero ser jugadora de fútbol.  (Testimonio de Ahjed)

El pueblo de Nabi Saleh está compuesto por 550 personas, muchas de ellas son parte de la familia Tamimi. 
Nuestra primer visita fue a la casa de Basem y Nariman. 

Aquí se  respira lucha, desde que entrás al pueblo, y en esta casa. Hace seis años esta gran familia decidió manifestarse pacificamente cada viernes, junto a diferentes organizaciones de otros pueblos, activistas internacionales y organizaciones de mujeres israelíes.
https://www.youtube.com/watch?v=huqO116p0e0
-"Cuando creamos el modelo de resistencia, pensamos en todas las personas que componen una sociedad: hombres, mujeres y ninos. El rol de las mujeres es muy importante. Ellas crian a nuestros hijos y les transmiten esta conviccion de lucha" decia Basem.

"Mi único heroe en este lío" (EA Emilia)
Basem nos decia que cada dia tienen que luchar en contra de la colonizacion, y no se trata solo de lo visible, sino de esas cosas que te van colonizando la cabeza y los sentimientos. 
-"Si ustedes cuentan lo que vieron y escucharon, eso es aprte de la resistencia pacifica".

Nuestra segunda visita fue a la casa de Manal. Nos hablo de la manera "no violenta" de resistir, de la importancia de la participacion de las mujeres, y del rol femenino en la sociedad Palestina.
Ella junto a otras 3 mujeres son parte del grupo organizador de la resistencia en Nabi Saleh, estan en contacto con muchas organizaciones y asi van compartiendo la experiencia en otros pueblos y ciudades. Invitando, contagiando  a otras mujeres, a otros ninos y ninas, a otros hombres, en este modo de vivir.

¿En cuál camino decidís que vengan por vos? Sentado en tu casa esperando que los soldados lleguen? O luchando de pié?
 Tu  cabeza piensa donde tus pies están parados.
 "Mi sufrimiento me hizo ser activista" Perdí a mi abuelo, a mi hermano, a mis primos, mi hijo fue herido, mi marido arresttado. Todas esas situaciones me invitaron a ponerme de pié, decia Manal.

"Acá la vida es misteriosa, cada día, y cada noche. Es como si algo te va matando por dentro." (Manal)

La casa de Manal, con gases, bombas y granadas que son arrojadas por los soldados israelíes cada semana.
Salud! Por la vida y el testimonio de estas  valientes mujeres.

Hasta el proximo relato.

Paula Fogel
09/01/16
Yanoun - Territorios Palestinos Ocupados

miércoles, 6 de enero de 2016

Trancisión - es (tiempo de)

Ya pasaron algunos días desde que el 2016 llegó, mi saludo llega con un poquito de demora, pero aquí está.
“Cuando el 31 levantemos las copas, nos miraremos y diremos: al final no era tan complicado” decía Michel allá por julio-agosto, cuando algunas situaciones personales y comunitarias nos encontraban preocupados, en incertidumbre y con la esperanza en tono verde agua. 

Un año “re bambi”[1] que queda en el calendario anterior, un 2015 para todos los gustos, con las situaciones mas variadas, y un 2016 que se asoma con algunos signos de preguntas, pero con varias preguntas respondidas tambien.
El 31 a la tarde mientras caminabamos alrededor de Yanoun se largó a llover. Repito. Se largó a llover, y llovio, por 6 dias. Cenamos temprano, miramos “The promise”, brindamos con un rico té y nos deseamos “Feliz año nuevo” con los companeros en el placement.

El 1° de enero, luego de algunas visitas decidimos recibir el año celebrando, contra viento y agua nieve nos propusimos hacer un asado, y asi lo hicimos. Compramos algo de carne en Aqraba y volvimos a Yanoun, Ghassan se ofreció como asador, compartimos pan, hummus, asado, te, ricas cositas dulces, y un grato momento compartido, grabé un video con nuestro deseos para este nuevo año (se los muestro a la vuelta, ya que el internet es demasiado lento como para cargarlo).

Bueno,  parecido al asado argento

Ghassan 

Matecito, asado, y comunidad

Hoy volvió a salir el sol, y me dieron ganas de escribir nuevamente. Por este medio va mi saludo y un abrazo grandote y viajero a todos ustedes, a quienes enviaron sus mensajes, sus saludos, a quienes llamaron, por skype, por cel,  a los que pasaron por el blog, y a quienes están desde el pensamiento, desde la oración, ahi, pero también acá, viajando conmigo.

Yanoun soleado
Recordé el título de un post de Michel, quien caminaba estas tierras como acompañante ecuménico un tiempo atrás y deseaba un 31 de diciembre “365 nuevas oportunidades”, que asi sea queridos amigos, querida gran familia. Estuvieron y están presentes por estos días, en este  tiempo de transición, no solo del año que se va y el otro que llega, sino   también en el tiempo de las otras transiciones, las internas, las profundas, las procesiones que van por dentro.
Que así sea, que el nuevo año que comienza nos regale 365 nuevas oportunidades, en lo posible que sean oportunidades de encuentro, de luchas compartidas, de revision de nuestras actitudes, de nuestros actos, 365 oportunidades de aprendizajes, de sonrisas y abrazos compartidos.

La situacion por estas tierras no parecio cambiar con el cambio de calendario (les contare en otro post sobre la experiencia estos dias).
Hoy les comparto una carta que nos entregaron en la escuela de Beit Furik, los companeros de Abdulla Naserah (el pibe que los soldados israelies mataron de 20 balazos hace 3 semanas en el Checkpoint de Huwwara). La carta va dirigida a los miembros de las  Naciones Unidas. 

Yo no se si alguien de las Naciones Unidas leera esta carta, pero creo que si ustedes pueden leer este deseo, las 365 nuevas oportunidades, para ustedes, y para estos pibes se hacen un poquito mas cercanas, un poquito mas humanas, con el mismo sentimiento de injusticia y de dolor que te provoca que una manana, luego de los examenes, tu amigo, tu hijo, tu alumno, va cruzando por el checkpoint y a los soldados se les ocurre dispararle,  pero en la conviccion de que del otro lado hay gente que tambien esta bancando la vida de estos pibes, a Abdulla, y a tantos otros como el, a sus maestros, a estos padres, y juntos desde aya, desde aca, reclamamos a gritos que Palestina sea libre, que las personas puedan vivir en libertad, que se puedan mover sin restricciones, que sus casas no sean demolidas, que sus tierras no sean confiscadas, que no existan muros ni alambres electrificados, que los derechos humanos sean reales y no solo unas palabras bonitas que se aprenden en la escuela.


Un abrazo viajero.

Paula Fogel 
06/01/2016
Territorios Palestinos Ocupados



[1]     Bambi: explicado por el Negro y Michel cuando nos cantaron por primera vez “esta todo bambí” en el hogar Metodista, hace referencia a un modo de ser y estar. “Es como el To be en inglés”, pero acá, cuando decimos está todo bambí, en cualquier idioma, hablamos de Rock And Roll.